Un viaje por el mundo a traves del helado

¿Sabías que el helado no es igual en todas partes del mundo? Cada país tiene su propia forma de prepararlo, servirlo y disfrutarlo. En este artículo, te llevamos a un tour por los helados del mundo, desde el clásico gelato italiano hasta los sorbetes tailandeses, y te contamos qué podés aprender de cada tradición.

Italia – El clásico gelato artesanal: Los mejores helados del mundo

El gelato es más denso que el helado tradicional y se sirve a una temperatura ligeramente más alta. Tiene menos grasa, menos aire y muchísimo sabor.
➡️ Pro tip: En Nico’s, podés probar helados que se inspiran en esta tradición, con texturas cremosas y sabores intensos.

Japón – Matcha y sabores delicados

En Japón, el helado de té verde matcha es uno de los favoritos. También hay sabores exóticos como sésamo negro, frijol rojo (anko) y flor de cerezo. ➡️ Se valora la presentación y armonía del sabor más que la dulzura.

Turquía – Dondurma, el helado que no se derrite (tan fácil)

Este helado se elabora con salep (una harina de raíz) y mastic (una resina vegetal), lo que le da una textura elástica y resistente al calor.
➡️ Incluso se estira como si fuera queso. ¡Y se sirve con un divertido show callejero!

Tailandia – Helado frito en rollitos

En los mercados nocturnos de Tailandia podés ver cómo hacen helado sobre planchas frías. Lo mezclan con frutas, lo enrollan y te lo sirven con toppings.
➡️ Es una experiencia visual y de sabor a la vez.

Argentina – Helado como parte de la identidad nacional

En Argentina, el helado no es un postre más: es un ritual familiar. Las heladerías son puntos de encuentro y los sabores como dulce de leche granizado o sambayón son casi patrimonio nacional.
➡️ En lugares como Nico’s, esa tradición se combina con un ambiente relajado y lúdico gracias a los juegos de mesa disponibles.

¿Qué podemos aprender de estas culturas?

  • Que el helado es mucho más que algo frío y dulce: es identidad, historia y creatividad.
  • Que vale la pena probar sabores nuevos y salir del molde.
  • Que el ritual de comer helado puede transformarse en una experiencia completa, sobre todo si el lugar lo permite.

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